domingo, 22 de julio de 2007

Nada, Carmen Laforet

Virginia Ramírez

Libro: Nada
Autora: Carmen Laforet

Andrea es una joven inmadura cuando llega a Barcelona con el fin de estudiar Letras. Su cabeza está llena de pájaros, busca huir de la monotonía del pueblo y le apasiona vivir en una ciudad inmensa, descubrir las historias de sus gentes, disfrutar del bullicio de sus calles…

Sin embargo, su experiencia es bien distinta de lo esperado: la atmósfera asfixiante de su nuevo domicilio, situado en la calle del Aribau, le obliga a darse de lleno con la realidad. No hay historias ni apasionantes aventuras en su vida. Prácticamente, no hay vida. Controlada por tía Angustias y preocupada por las rencillas de su casa, Andrea comienza a madurar, a ser consciente de su situación desfavorable. A pesar de odiar a sus familiares se siente atraída por sus disputas, por esos secretos que guardan con celo, pues ahí está la clave para comprender la encrucijada que divide a la familia. Cuando consigue librarse de las garras de tía Angustias, Andrea comienza a cumplir su sueño de vivir totalmente inmersa en la ciudad, intentando alejarse de las delirantes gentes de la calle de Aribau. Se definen dos universos totalmente opuestos en su vida: el de la calle del Aribau, sombrío y difícil de entender, y el de Barcelona, una ciudad de infinita belleza y posibilidades.

El momento en el que se entrecruzan las vidas de los habitantes de la calle del Aribau con las de los demás conocidos de Andrea es lo que da sentido a toda la historia. Como por casualidad, los dos mundos de Andrea están muy vinculados, y para comprender uno es necesario saber del otro. El mundo de fuera es casi perfecto, como si de una película se tratara. El de dentro también se asemeja a una película, por las situaciones surrealistas que en él se dan, por los personajes que podemos encontrar en las calle de Aribau, caracterizados por la falta de lucidez. Los familiares de Andrea son rencorosos, actúan por pura codicia. Esto contrasta con la bondad de la joven Andrea, cuyo carácter se endurecerá a fuerza de malos tragos. Ena, una compañera de la universidad, es quien da a la protagonista ese ápice de cordura que falta en su vida, como bien muestra una frase que ésta le dedica a Andrea: “La amistad verdadera me pareció un mito hasta que te conocí, como me pareció un mito el amor hasta que conocí a Jaime. Pienso en lo que puedo haber hecho para merecer estos dos regalos del destino”.

El punto fuerte del libro es cómo, con un lenguaje sorprendentemente sencillo, Carmen Laforet es capaz de reflejar con una historia tan compleja como la de Andrea. Un lenguaje claro, que huye de eufemismos, es la mejor herramienta de Carmen Laforet para reflejar la situación en la que se sumió España tras la Guerra Civil, reflejando la historia sin trampa ni cartón.

Y a pesar de narrar una historia deprimente, Nada es un libro bonito, en el que tras los pasajes más difíciles podemos encontrar fragmentos como este: “Ya de madrugada, un cortejo de nubarrones oscuros como larguísimos dedos empezaron a flotar en el cielo. Al fin, ahogaron la luna”. Uno de esos grandes libros en los que lo importante es lo que nos enseña la historia, no lo que sucede al final de todo. Y Andrea, enigmática, aparentemente abstraída en sus pensamientos, realmente al acecho de todo lo que ocurre, es un personaje inigualable, de la mano del cual descubrimos que incluso en las situaciones más duras se ha de buscar fuerza en la amistad para superar los temporales de la vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Este libro es el mejor demuestra como eran esos tiempos tan duros , me encanta.